miércoles, 16 de febrero de 2011

ARQUITECTURA 2

Existen templos circulares llamados Tholos, algunos de los cuales no tienen una función religiosa, sino de tesoros para almacenar las dávidas a la divinidad, como el Tesoro de Delos, el de Delfos o el Tesoro de los Sifnios (jónico); si es religioso el Tholoi circular de Epidauro, del siglo IV, dórico y corintio.
Según el número de columnas y su localización el templo tiene diferentes denominaciones:



 In antis: columnas entre las antas, como el mégaron.
 Próstilos: si tienen sólo columnas al frente.
 Anfipróstilos: si tienen columnas, además, en el opistodomos (trasera).
 Perípteros: si tienen columnas alrededor de todo el templo, en los cuatro lados.
 Pseudoperípteros: columnas alrededor de todo el templo pero adosadas al muro.
 Díptero: si tiene doble fila de columnas alrededor de todo el templo.
 Pseudodíptero: si tiene doble fila de columnas, pero una de ellas está adosada al muro.
 Ápteros: sin columnas.
 Monópteros: en los tholos, rodeados de columnas en círculo.


Según el número de columnas en la parte delantera, tenemos:


 Tetrástilos: cuatro columnas al frente.
 Hexástilos: seis columnas al frente.
 Octástilos: ocho columnas al frente.
 Son raros los mayores, aunque les hay decástilos y dodecástilos (diez y doce columnas).


Por otro lado, Los templos más frecuentes son los que presentan un número de columnas par, mientras en los lados longitudinales se colocan el doble de columnas más una que en el frente (Ej.: 8 – 17; 4 – 9)...


En todo edificio griego se van a distinguir dos elementos capitales: el elemento sustentante o columna (al ser la griega una arquitectura adintelada), que consta de basa, fuste y capitel, y el elemento sostenido o entablamento, que consta de arquitrabe, friso y cornisa. El soporte por excelencia de la arquitectura griega es la columna, que recibe el nombre de Stylos. Sobre ella se levanta un sistema adintelado, a base de vigas horizontales, lo que confiere al templo una sensación de quietud, orden, serenidad y equilibrio. En torno a la columna se forjó los órdenes clásicos, entendiendo como tales el conjunto de reglas referidas a la escala, la forma y la decoración del edificio. En Grecia se desarrollaron tres órdenes arquitectónicos: el más antiguo es el “Dórico” (hasta el siglo V a. de C.), luego el Jónico (a partir del s. V) y el Corintio (más moderno)


a) Dórico: supone la traslación a piedra de la arquitectura en madera. Es el más antiguo, sus normas ya están fijadas en el siglo VI a.C. De características robustas y apariencia pesada. La columna no tiene basa y presenta un fuste estriado cuyas estrías acaban uniéndose en ángulo vivo, es decir, en aristas vivas (20). La altura de la columna dórica equivale a seis veces l longitud del diámetro del fuste. El capitel es liso y presenta claramente tres elementos: el collarino o moldura fina que sirve de transición entre el fuste y el capitel, el equino o cuerpo curvo en forma de plato, y el ábaco o prisma cuadrado. Las proporciones de toda la columna van evolucionando hasta alcanzar la perfección, desde un fuste muy fino hasta uno equilibrado. El entablamento está formado por un arquitrabe liso, un friso (subdividido en triglifos –suelen aparecen rayados- y metopas –lisas o decoradas-) y una cornisa. Los edificios suelen ser de doble vertiente, y entre ambos tejados se forma el triángulo que conforma el frontón, en cuyo centro se sitúa el tímpano, que suele ir decorado con relieves. Los ángulos o vértices de la techumbre suelen presentar modelos escultóricos, como acróteras o gárgolas (estas últimas escupen las aguas del techo). Estas últimas características son aplicables a los tres estilos.
b) Jónico: a partir del siglo VI a.C. surge en la costa Jonia del Asia Menor. Es un orden más esbelto, pero más recargado que el dórico. La columna se apoya en una basa sobre un pequeño plinto (la basa suele tener dos molduras convexas llamadas toros, y en medio una moldura cóncava llamada escocia), y el fuste presenta una acanaladura tallada, no estrías, sino aristas pulidas (24). Las columnas son también más altas que las dóricas, ya que miden nueve veces la longitud del diámetro del fuste. El capitel es muy interesante: el ábaco puede ser liso o decorado, el equino aparece “enroscado” en los laterales formando las volutas, y el collarino se ornamenta con un astrágalo decorado con ovas, rosetas o distintos motivos florales, característicos del orden jónico. El arquitrabe se divide en tres zonas o platabandas, el friso es continuo y suele estar decorado con guirnaldas, y la cornisa es recargada, rica en detalles. El frontón no lleva ningún tipo de relieves.

c) Corintio: legendariamente surgió en el siglo IV a.C. y fue Calícrates quien lo “inventó”, tallando en el capitel hojas de acanto. La columna es más alta que la dórica y la jónica (diez veces el diámetro del fuste), pero en el resto de las características es muy similar a la segunda, exceptuando la basa que tiene dos toros y en medio una falsa escocia dividida en dos listeles. En el capitel presenta incluso pequeñas volutas entre las hojas de acanto, recargando mucho más el conjunto. También lleva caulículos o tallitos enroscados y en el centro una roseta. El entablamento sigue el modelo jónico, mas enriquecido por molduras o elementos decorativos (así el friso lleva cabezas de animales o bucráneos, unidas por guirnaldas. Es un orden muy típico del período helenístico, y los romanos lo adoptaron e imitaron con frecuencia.
La sobriedad viril del dórico se impuso en el Peloponeso, extendiéndose a las colonias italianas que se fundaron entre la Magna Grecia y Sicilia. La esbeltez femenina del orden jónico apareció en Asia Menor y en las islas del Egeo. A partir del siglo V comenzaron a yuxtaponerse ambos órdenes en un mismo edificio, reservándose el dórico para el exterior y aplicando el jónico en el revestimiento interno. La geografía del orden más tardío, el corintio, partió del Peloponeso y conocería.
Hay que hacer constar que en los templos griegos se produce una evolución en el tiempo. Los ejemplos más antiguos son más estrechos y largos, e irán tendiendo a una más armónica relación entre la longitud y la anchura del edificio, llegándose a fijar en la época clásica una proporción idónea. Los primeros templos debieron hacerse en madera; más tarde se construiría en piedra: poros, calizas y, sobre todo, mármol, siempre en sillares regulares, bien cortados y aparejados. El empleo de materiales pobres en principio les llevó a utilizar el color en la arquitectura; se pintaba todo el templo para dar sensación de riqueza; y esta policromía se generalizó en los templos y edificios posteriores.
Con el tiempo, los templos se levantaban aislados, fuera del entramado urbano, en la acrópolis o santuario sagrado. Estas eran ciudades sagradas situadas generalmente en alto y rodeadas de un muro de delimitación.


SANTUARIOS


Los sanutarios griegos eran un conjunto de edificios también religiosos. En ellos se celebraban los festivales religiosos y cívicos, entre los que destacaron el culto a Zeus en Olimpia y el de Apolo en Delfos. Se reunían varias Polis para ello y, todos, ofrecen una serie de elementos comunes:
-- Templo del dios: el elemento central.
-- Períbolo: recinto periférico.
-- Propileos: portón de acceso al recinto sagrado, llamado también “tenemos”.
-- Camino de los peregrinos: bordeado de estatuas y otros edificios.
-- Tesoros: templos votivos de las diferentes polis.
-- Stoa, teatro, estadios, etc.


De todos los santuarios que Grecia nos ha legado, el Santuario de Delfos, por su emplazamiento, es el más impresionante, con un fondo de rocas, en una falda empinada, atalaya abierta al mar, al Golfo de Corinto. La adaptación de la arquitectura a la topografía adquiere aquí unas calidades pocas veces alcanzadas.

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