miércoles, 16 de febrero de 2011

LA ARQUITECTURA

Los Elementos arquitectónicos en grecia

La Arquitectura griega es una arquitectura simétrica, regular y adintelada, es decir, con techumbres horizontales. Sus edificios se van a caracterizar por el equilibro del conjunto, la armonía de proporciones y, sobretodo, por la pureza de líneas. Son edificios adintelados (sin arcos ni bóvedas, empleando siempre techumbres planas), de apariencia serena, al basarse en una estructura de líneas horizontales y verticales. Al construir sus edificios a la medida del hombre, tienen una gran preocupación por la apariencia exterior, que se inspira en la concepción el edificio como miembro de un conjunto, los griegos los circundan con un elemento , la columna, tratado como escultura, es decir, como una forma estética.
Los materiales empleados generalmente son piedras calizas: arenisca, conglomerados, mármol... En un principio se utilizó el conglomerado o piedra arenisca, llamado poro, para luego triunfar arrolladoramente el mármol de la colina del Pentélico.
Con frecuencia, la arquitectura estaba policromada al exterior con colores muy intensos: rojo, azul, amarillo dorado... Así, los triglifos se pintaban de azul, y el fondo de las metopas de rojo.
Priman los volúmenes sobre los espacios, los espacios exteriores sobre los interiores; más que arquitectura, los griegos hacen urbanismo.
A través de un gran virtuosismo técnico, los arquitectos griegos persiguían la armonía visual mediante refinamientos ópticos; algunos ejemplos son el éntasis (arqueamiento voluntario de los fustes), la separación de los intercolumnios (variación milimétrica entre una columna y otra) y se arquean ligeramente hacia arriba tanto los arquitrabes como el estilóbato, ya que el ojo humano tiende a combar ligeramente las líneas horizontales hacia abajo.



Los griegos fueron los primeros en desarrollar el urbanismo para el bienestar de los ciudadanos, y es la polis la que costea los gastos. Para un ateniense, toda su ciudad era una obra de arte y el concepto de belleza debía ser global. Para empezar existían tres elementos fundamentales a la hora de situar el emplazamiento de una polis: el militar, buscando siempre una parte alta o Acrópolis (es una pervivencia cretomicénica), el económico ya que el emplazamiento debía estar situado cerca del mar o en una encrucijada de caminos para facilitar la comunicación comercial y cultural y, por último, el criterio estético ya que el marco natural debía ayudar a hacer más bella la ciudad. Existieron dos modalidades de planos en la distribución de la ciudad:
- Plano irregular: adapta las construcciones a la topografía y no presenta una planificación general.
- Plano regular o hipodámico: de origen mesopotámico; fue introducido en Grecia por Hipodamos de Mileto. Se trata de un plano en damero o cuadrícula.


Plano hipodámico de Alejandría (Egipto).


Con la colonización griega las metrópolis van creciendo en espacio debido a la prosperidad económica que conlleva el intercambio comercial con sus colonias. Este crecimiento se planifica siempre. Hasta entonces la mayoría de la gente vivía en el campo alrededor del núcleo urbano pero a partir del siglo VI la polis pasa de ser la capital del Estado a ser la ciudad-Estado donde reside la mayoría de la población.


Existen varios elementos esenciales en la distribución urbanística de las polis:


• La Acrópolis era la parte alta de la ciudad. Un recinto amurallado y fácilmente defendible donde se situaban también los templos y los tesoros de los dioses que protegían la ciudad.

El Ágora era la plaza principal de la ciudad y centro neurálgico de la ciudad; tenía dos funciones: una política ya que era la plaza abierta donde se reunía periódicamente la Asamblea o conjunto de todos los ciudadanos para tomar, por votación, las decisiones más importantes. Pero pronto adquirió otra función comercial y alrededor del Ágora vivían artesanos y comerciantes, junto a las casas de los aristócratas (los que no vivían en las grandes y lujosas villas cercanas a la ciudad).



• La Stoa eran los pórticos cubiertos que rodeaban el ágora, daban cobijo a la gente y allí se situaban los comercios. Estas stoas porticadas continuaban por las calles principales de la ciudad. Eran lugares de paseo públicos.
• El Gimnasio y la Palestra eran los lugares de ocio y esparcimiento, allí se practicaban ejercicios físicos a la vez que eran centros de reunión cívicos, a modo de paseos decorados con columnas a ambos lados. Se situaban en los márgenes de la ciudad.
• El Teatro era el edificio más importante de la ciudad junto con los templos. Era el espectáculo predilecto de los helenos y será comentado más adelante.


• El Estadio era el otro gran centro cívico. De planta rectangular y con una cavea sobre el desnivel del terreno, servía para realizar diferentes juegos atléticos. Los griegos eran muy aficionados a estos deportes. Ellos crearon el concepto de deporte.


La vivienda tiene un trascendente interés para el conocimiento de la cultura helena. La casa particular traduce las dimensiones del individuo y no de la colectividad, como los templos y teatros. La vivienda se construye con materiales menos nobles, lo que ha contribuido a su peor conservación, pero se adornaba con pinturas. La vida doméstica gravitaba en torno al peristilo, patio con columnas al que se asomaban las habitaciones y que equivalía en el ámbito familiar al ágora urbana.

Los edificios religiosos. Se situaban en las acrópolis, que vienen a designar el lugar más importante de la polis. Están muy protegidos y en origen tuvieron un carácter defensivo. Son los templos y los santuarios.


TEMPLOS


El templo clásico procede del Megarón prehelénico: templo de planta rectangular con un pórtico entre dos antas, una pieza a modo de vestíbulo y una sala en cuyo centro se disponía el hogar. En estos edificios religiosos se utilizaba madera y adobe. La techumbre, a doble vertiente, tenía una abertura por la que entraba la luz y salía el humo del fuego sagrado.
El templo es la morada del dios, y no daba cobijo a los fieles, de ahí que el tratamiento interior haya sido limitado y predomine en cambio su envoltura externa. En realidad la función religiosa no es más que un pretexto para dar rienda suelta al placer estético. El templo es un capricho, ganas de hacer algo bello para el ojo humano, aunque se destine a un Dios (con características humanas). Por eso existe una dicotomía entre un exterior muy decorado, estudiado hasta el más minúsculo detalle y un interior mucho más austero ya que el acceso estaba muy restringido. El templo estaba diseñado para las proporciones humanas, su ritmo, armonía y proporciones eran un intento de llegar a la perfección.
Su disposición suele ser muy sencilla. La planta representa una simetría perfecta. El espacio que rodea al templo forma parte del recinto sagrado (tenemos). La distribución del templo es la siguiente:
-- Crepidoma o Krepis: la plataforma sobre la que se construye el edificio, que contribuye a realzar la mole. Esta plataforma se compone de una escalinata, cuyos dos escalones inferiores se llaman estereobato, y el superior, donde descansan las columnas, estilobato.
-- Pronaos: antesala o vestíbulo abierto con muros laterales y dos columnas “in antis”, a través del cual se accede a la naos o cella.
-- Naos o cella (hekatompedos): sala consagrada a la divinidad, donde suele colocarse una estatua de la misma.
-- Opistodomos: sala posterior donde se depositan las ofrendas de los fieles a la deidad, sin acceso desde la Naos; si se tiene acceso desde la cella se llama adyton, y su función es guardar el tesoro de la ciudad.
Alrededor estaba rodeado de un Peristilo de columnas, de madera hasta el siglo VI, de piedra después.


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